En UIMA empleamos un osciloscopio como equipo de registro directo de ondas elásticas generadas por impacto en la madera, el cual consta de dos sensores acústicos (emisor y receptor), una unidad de registro y un ordenador de control.
Al golpear el sensor emisor, la onda elástica se propaga por el material hasta ser captada por el sensor receptor. Conocida la distancia entre el emisor y el receptor y determinando el tiempo de llegada de la onda al receptor mediante algoritmos apropiados, se determina la velocidad de la onda. Conocida la velocidad de la onda y la densidad del material, se calcula el Módulo de Elasticidad Dinámico (MoEdin), al cual se le aplica una corrección por humedad según la norma UNE-EN 384:2016+A1 y una fórmula de paso para obtener el Módulo de Elasticidad Estático (MoE). El valor del MoE y la densidad permiten asignarle a la pieza una Clase Resistente según la norma UNE-EN 338:2016.
Esta técnica de inspección no destructiva está recogida en la norma UNE 41085- 8:2009 (Diagnóstico de edificios. Parte 8: Estudio patológico de la estructura del edificio. Estructuras de madera). Además, el equipo permite detectar zonas degradadas con presencia interna de galerías, orificios o serrín, midiendo la velocidad de propagación de la onda en sentido transversal al elemento estructural.
El equipo permite también determinar el MoEdin en árboles en pie.
Alternativamente al osciloscopio, en UIMA usamos el equipo comercial Microsecond Timer, el cual permite medir el tiempo de propagación de la onda elástica en la madera y de ahí la velocidad de propagación y el módulo de elasticidad dinámico y la existencia de zonas degradadas de la madera, tanto en elementos estructurales como en árboles en pie.
En UIMA disponemos del equipo comercial que permite, mediante un golpe a una tabla de madera inducido por el propio equipo, determinar la frecuencia fundamental de resonancia de la pieza y de ahí el módulo de elasticidad dinámico de la misma y asignar, mediante la aproximación de la resistencia, una clase resistente según la norma UNE-EN 338:2016
En UIMA usamos diferentes medidores de humedad basado en el método de medición capacitiva y de resistencia.
En el equipo Damp Master Compact Plus HML704A, que permite el cálculo de la humedad relativa del material (madera y otros materiales de construcción) a través de 2 superficies sensores conductoras, situadas en la parte posterior del aparato (capacitivo) o con puntas de medición integradas (resistencia). El equipo consta de un sensor adicional desplegable que mide la temperatura ambiente, la humedad relativa del aire y calcula la temperatura de punto de condensación.
La medición de humedad se emplea para la detección de zonas con alta presencia de humedad ligadas a patologías recogidas en la norma UNE-EN 41805-8, así como para la medición de humedad de la pieza. El sensor adicional lateral permite a través de las curvas temperatura ambiente-humedad relativa del aire, obtener la humedad de equilibro higroscópico de la madera (HEH), así como el punto de rocío.
En el equipo Gann RTU 600 con puntas de medición integradas para obtener la humedad en madera y otros materiales de construcción mediante el método de resistencia. El equipo incluye electrodos con puntas aisladas para una medida fiable según normativa.
Para la determinación directa de la humedad de la madera se sigue la norma UNE EN 13183-1:2002. Mediante micro-catas del elemento a estudiar, se obtiene su densidad local in situ. A continuación, las micro-catas se colocan en una estufa de aire forzado a una temperatura constante de 103±2 °C para determinar la densidad anhidra de la pieza. Conocidas ambas densidades, se puede calcular la humedad de la pieza.
En UIMA disponemos del resistógrafo IMLPD-300, diseñado para ser usado en elementos de madera como árboles, vigas y postes. Este equipo consta de una broca fina y resistente que avanza taladrando el material, registrando la resistencia al avance (compresión) y a la rotación de la broca (torsión). Así mismo, el equipo permite exportar y analizar el registro en un software de IML.
A través de esta medida se puede determinar el estado interno de la madera (pudriciones), así como el grado de afección superficial bien por ataques de xilófago y la profundidad de carbonización en elementos afectados por fuego.
La norma UNE 41085- 8:2009 (Diagnóstico de edificios. Parte 8: Estudio patológico de la estructura del edificio. Estructuras de madera) incluye entre los procesos físicos de degradación del material, el ataque biótico, y entre ellos los insectos xilófagos.
Además, la UNE 56418:2016 (Protocolo de actuación en cascos urbanos afectados por ataques de termitas subterráneas) califica el problema de las termitas subterráneas como un problema de ámbito global de toda la municipalidad e implica a los ayuntamientos para establecer protocolos y mecanismos que pongan solución global a la plaga. Esta norma establece que se utilizarán las técnicas mencionadas en la norma UNE 41085-8:2009. La única técnica no destructiva para la detección de insectos xilófagos activos contemplada en dicha norma es la detección acústica.
Utilizamos un equipo de emisión acústica portable de Vallen Systeme formado por un sensor de ultrasonidos que actúa como receptor de las ondas acústicas generadas por la actividad de los insectos xilófagos, en torno a la frecuencia de 150 kHz, y un equipo de registro portable. La actividad registrada por el equipo es transmitida a un software de análisis que permite evaluar su amplitud, energía, periodo de ocurrencia y contenido en frecuencia, entre otras variables.